El día de la entrega del cheque fue
una muy buena experiencia. En mi opinión, el momento más bonito fue
cuando uno de los trabajadores de Save the children subió al
escenario para dar un discurso en nuestro honor. Lo que dijo fue
principalmente que no se sentía cómodo dándonos las gracias porque
nos veía como iguales, una parte fundamental de este proceso
solidario, más que como una simple colaboración. Ésto nos hizo
sentir a todos muy orgullosos, ya que nos dimos cuenta de que las
cosas pequeñas que hacemos en el día a día de verdad ayudan a otra
gente a la larga. Desde mi punto de vista, este tipo de experiencias
son muy motivadoras y deberían continuar teniendo lugar en este
colegio e incorporarse en muchos otros.
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