Con lo niños, vienen los padres, que tienen que esperar horas mientras sus niños compiten por la medalla.
Ahí entramos nosotros: pusimos un puesto con bebidas frías y patatas fritas para vendérselas a los padres y niños en sus tiempos muertos.
A los que venían, les explicábamos que el dinero recaudado (más de 180€) estaba destinado a la ONG Save The Children, al mismo lugar que en la de la Carrera Solidaria.
Fue interesante la experiencia, y lo curioso fue un niño que se nos acercó y nos dio un euro de donación para colaborar con la ONG.
Juan Alonso y Olivia López.